sábado, 17 de diciembre de 2022

Un hotel para la relajación y sin wifi en Alicante

 

En Beniarbeig (Alicante) y tan sólo a 10 minutos de Denia, rodeado de jardín encontramos el Hotel Ad Hoc Vitae Retreats & Health, un hotel sin wifi pero con internet con cable en sus habitaciones. 


El hotel cuenta con restaurante, saunas, piscina de hidroterapia, salas de reunión y sala de meditación. Además, el hotel ofrece programas de salud, programas de introducción al ayuno y un programa de ayuno semanal bajo la dirección del coach de salud D. Juan Zaragoza, del que en este blog somos seguidores de su programa en ToroTV "vivir con salud".

https://www.adhochoteles.com/es/hotel-ad-hoc-vitae/servicios-hotel-ad-hoc-vitae/

lunes, 10 de octubre de 2022

Un paraiso sin wifi en la Palencia templaria

La iglesia de Villalcazar de Sirga, 
a pocos kms del albergue (Fuente: www.palenciaturismo.es)
 
Por casualidad hemos conocido este fin de semana el albergue Amanecer en la localidad palentina de Villametero de Campos, a escasos kilómetros de la mayor encomienda templaria de Castilla (la iglesia de Santa María la Blanca de Villalcazar de Sirga) y de Carrión de los Condes.

En orillas del camino de Santiago las puertas del albergue están abiertas a peregrinos pero también a turistas. En nuestro paseo por el pueblo no vimos ninguna antena, más bien parezca que las que han colocado junto a la iglesia templaria, en la localidad vecina, den cobertura para toda la zona.


A la entrada del albergue se puede leer un gran cartel encabezado a grandes letras con "Paraíso sin wifi". Allí dentro se puede optar entre cabañas de madera, hamacas, tubos y tipis con capacidad para entre 3 y 5 personas. Además, el albergue cuenta con bar-restaurante y una zona ajardinada para sentarte a descansar. Nada de internet o wifi. Este albergue es auténticamente detox.

https://www.alberguescaminosantiago.com/albergues/albergue-amanecer-villarmentero-de-campos-palencia/

miércoles, 7 de octubre de 2020

El último refugio: los árboles.


 El enebro reduce a una dieciochava parte la contaminación electromagnética 

(Foto: verdify.es)
 

Rompemos más de tres años de silencio porque, con la que se nos viene encima (cincoGeranios), desde este humilde plataforma deseamos continuar contribuyendo a "protegernos" de la contaminación de las ondas con las mejores armas a nuestro alcance.

Por ello, nos hacemos eco del estudio de varios investigadores gallegos de Teleco que utilizaron hasta siete especies diferentes de interior (arecas, ficus y chefleras) y de exterior (camelios, juníperos,callistemum y tuyas) para concluir que las más adecuadas para atenuar la contaminación de las ondas electromagnéticas son las que tienen mayor densidad de follaje y, por supuesto, sean perennes.

Según la investigación, las barreras más efectivas son las de juníperos porque consiguen atenuar la contaminación hasta en doce decibelios, lo que supone dividir por dieciocho la potencia inicial. Los camelios la reducen hasta em una cuarta parte; los callistemum, en un tercio; y las tuyas, a la mitad.

Los resultados son "realmente significativos" y ya han sido publicados en la revista científica internacional Electronics Letters y presentados en congresos como el EuCAP celebrado el mes pasado en Edimburgo. El equipo de ingenieros continuará haciendo experimentos exteriores con estas vallas ecológicas y el siguiente paso será comprobar su efectividad en el patio de un colegio o guardería.

Afortunados aquellos que disponga su hogar en torno a un jardín o bosque de.. ¡juníperos!. A la familia de los juníperus pertenecen los enebros y las sabinas.

domingo, 14 de mayo de 2017

Un café sin wifi, por favor


"No tenemos wifi, hablen entre ustedes, finjan que estamos en 1993". Con carteles así empiezan a aparecer bares y cafés que invitan a sus clientes a llenar sus locales con conversaciones y no con silencios digitales. Pasamos a reproducir el interesante artículo de  Guillermo Elejabeitia que hemos leído hoy en El Correo, donde señala que los estadounidenses pasan 10 horas al día conectados a internet, a saber nosotros: 

Esto acabó pareciéndose más a una biblioteca», reconoce María, responsable del Café Cometa de Barcelona. Este coqueto local ubicado en Sant Antoni, uno de los barrios de moda de la Ciudad Condal, decidió hace unos meses dar de baja su conexión wifi con la esperanza de que, al apagarse los dispositivos electrónicos, se encendiera el ambiente del local. No es ni mucho menos el único; los establecimientos 'libres de wifi' comienzan a proliferar en ciudades como Nueva York, Londres, París, Vancouver o Toronto y, contra todo pronóstico, están cosechando un sorprendente éxito. «La gente agradece un descanso de sus pantallas», dicen sus dueños.
En los últimos años, la conexión a internet se ha convertido en un servicio más -casi un derecho- en prácticamente todos los negocios de hostelería. Uno pide un café y la contraseña como quien pide otro azucarillo o una servilleta. Un espacio cómodo, música tranquila y esa facilidad para acceder a la red han convertido los cafés en lugares ideales para trabajar o estudiar.

Según una encuesta de Ipsos/Reuters, una de cada cinco personas alrededor del mundo trabaja desde casa, un 103% más de los que lo hacían en 2005. Pero para muchos resulta complicado rendir con las distracciones propias del hogar y buscan el entorno adecuado fuera. Los ingleses lo llaman 'coffice' y el panorama que ofrecen es, en lo esencial, parecido al de una oficina. Un puñado de personas solas, con las cabezas hundidas en las pantallas de sus ordenadores, que teclean compulsivamente entre trago y trago de café. Lo opuesto al bullicio que se supone inherente a una cafetería.

«El comedor se nos llenaba de estudiantes que se pasaban horas aquí con el portátil pero no hablaban entre ellos, ese no era el modelo de negocio que buscábamos», reconoce María. Dejando a un lado que ocupar una mesa durante horas por el precio de un café -vale, o dos- no parece muy rentable, el sitio estaba comenzando a resultar aburrido para el resto de clientes. «Quienes venían a tomarse una caña empezaron a dejar de hacerlo».
Hace un par de meses, tomaron la decisión de eliminar la conexión a internet. Aún no se han decidido a colgar uno de esos carteles que comienzan a verse en algunos sitios con mensajes irónicos hacia los clientes: «No tenemos wifi, hablen entre ustedes, finjan que estamos en 1993». Creen que no hace falta ser tan explícito, aunque sí han incluido un símbolo como el que ilustra esta página en su menú.
Al darse cuenta de que ya no disponían de conexión gratis, quienes iban solo a trabajar sencillamente dejaron de ir. «Todavía hay algunos que se enfadan cuando se lo decimos, pero, en general, la gente está contenta y nosotros también. El ambiente del local ha cambiado... a mejor», asegura. Las conversaciones han devuelto también cierta animación a la caja. «Nuestras ventas subieron un 20% después de la desconexión», explicaba a la BBC el propietario de un garito en Vermont que hizo lo mismo.
Inhibidores de frecuencia
En Estados Unidos, donde el tiempo que pasa de media la gente frente a sus pantallas supera ya las diez horas diarias, hay locales que han ido más allá llegando a prohibir los portátiles. Los más radicales han instalado inhibidores de señal que dejan a los clientes sin conexión, incluso de la red móvil. Es lo que hizo el canadiense Café Faraday -en principio, como un experimento puntual-, y ha resultado un éxito. Pese a las reticencias iniciales, la clientela «lo agradece; en el fondo, están hartos de estar todo el día conectados», apunta su responsable.
Al fin y al cabo, trabajar es precisamente lo contrario al objetivo para el que nacieron los cafés, destinados a ser lugares de encuentro y conversación, espacios para desconectar. El sociólogo Ray Oldenburg hablaba de ellos como sitios «esenciales para nuestra salud mental, individual y como sociedad en su conjunto. Privados de esos lugares, la gente permanecerá solitaria dentro de la muchedumbre». Ya en 1989 escribía: «La consecuencia más predecible del avance tecnológico es que estaremos cada vez más aislados unos de otros». No le faltaba razón.
Pero tampoco es extraño que haya quien esté dispuesto a renunciar a las bondades de la tecnología para recuperar algunos de los mayores placeres de estar en compañía. En estos cafés en los que no existe internet, el silencio se ha roto. Pero, con el ruido, han regresado las risas, el flirteo, las largas conversaciones... En definitiva, la vida.
ha aumentado en Estados Unidos el número de personas que desarrollan su actividad profesional desde su propio domicilio. De ellos, no obstante, el 22% prefiere evitar las distracciones del hogar y opta por un café para trabajar.
horas al día pasan de media los estadounidenses conectados a internet. Las últimas estadísticas apuntan que miramos el móvil cada cinco minutos.
Los anglosajones han acuñado el término 'coffice' para aludir a esos cafés en los que la mayoría de los clientes acuden a estudiar o trabajar.

domingo, 31 de julio de 2016

De moda los hoteles con Detox Digital

hoteles sin wifi localizables en la web HOTELS ohne WLAN

 Antes de irnos de vacaciones y desconectar nosostros mismos todo agosto, aprovechamos para colgar un artículo sobre los hoteles detox, que las revistas "femeninas" insisten periódicamente en publicitar, aunque parece que no aumenta desaforadamente su demanda. Una pena.

Al hilo de lo dicho, la revista mujerhoy de ayer sábado se hacía eco de estos espacios con titulares como "sin cables, sin wifi, sin cobertura... ¿el edén". Nos encanta que se informe a las mujeres de hoy, aunque sea con estas pequeñas y frívolas minidosis fashion. Y digo ésto porque, naturalmente, el veraniego artículo sólo pretendía mostrar una opción distinta a las mujeres de hoy (no habla de la electrosensibilidad ni de los riesgos de los campos electromagnéticos).

Por ello, el artículo recomienda la desconexión digital para hacer una cura de las "apneas del email", para evitar sentirte FMO (la etiqueta de moda que significa "fear of missing you") o para ir a la moda, e imitar a ese epicentro hipster que es Brooklyn donde ya hay bares sin wifi que no permiten entrar con ordenador bajo la premisa "hable con la persona que tiene al lado" o "desconecte para poder conectar".

También nos cuentan que empiezan a ponerse de moda los "digital breaks", o sea, escapadas de fin de semana sin internet. O sea, el nuevo Zen.

Esto lo que hay.

martes, 12 de julio de 2016

El wifi ni existe ni se le espera en Chiringuito Papagayo


En plena reserva natural, el Chiringuito Papagayo  -también llamado Quiosco Arenas- de Lanzarote nos devuelve a la década hippi de los 70: un espacio puro donde contemplar el océano, reformado con maderas rescatadas del mar por los pescadores. Con buena música y sin distracciones. Y con el teléfono apagado para conversar o disfrutar de las vistas.
Como dice la periodista Berta G. Vega en el cuadernillo Zen del Mundo del 10-7-16, "no hay chunda-chunda, ni olores a fritanga, ni biquinis de lentejuelas. Hay parejas, solteros, familias, niños.. Y un volumen de voz inusualmente bajo. Be Papagayo, be happy and smile, proponen Pedro y Paloma al entrar en su local. Resulta inútil resistirse"



Fotos de tripadvisor

domingo, 13 de diciembre de 2015

Un hotel alemán instala un interruptor wifi para apagar internet



El hotel de lujo Villa Stéphanie de Baden-Baden ha instalado junto a la mesita de noche un interruptor que permite apagar el wifi. Además, una invisible placa de cobre bloquea el 96% de las señales inalámbricas, lo que permite a los huespedes descansar en un ambiente de silencio y paz.

http://abcblogs.abc.es/proxima-estacion/public/post/viajar-interruptor-wifi-17067.asp/

http://www.brenners.com/eng/villa-stephanie/